04 febrero 2021
Lo acabo de leer, y lo he vuelto a leer una y otra vez:
"No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe... No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma. No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música. No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y sienta un inmenso horror por las injusticias. Una que no le guste para nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, JAMÁS se regresa."
Mujeres así, te atrapan para siempre. No tienes la posibilidad de regresar a otro lugar que no sea ella misma.
ResponderEliminarMuy bueno, Enrique.
Abrazos inmensos.
Gracias Maripaz, la Garrido es una gran escritora.
EliminarUn abrazo fuerte.
Por supuesto que conozco este texto..y no puedo agregar mucho.. porque es tan cierto!!
ResponderEliminarcomo cierto es tambien...que no cualquier hombre se enamoraría de una mujer de esas características, tendría que ser un HOMBRE...asi con mayúsculas.. Gracias por esta entrada tan bella querido Enrique, te dejo mi abrazo
Un texto precioso, me gusta recordarlo de vez en cuando, por si se me olvida.
EliminarUn abrazo querida Eli
Mujeres así amigo Enrique, hay muchas por el mundo pero pocos hombres saben amar a una mujer así, la mayoría les tienen miedo... Saludos.
ResponderEliminarSí, yo también lo creo, Sandra. En la educación ancestral y que se instala en las venas del pensamiento, aún existen muchas rémoras que impiden la razonabilidad del pensamiento.
EliminarUn abrazo fuerte.
Qué texto tan interesante. Pero qué atrayente ir hacia una mujer así, ¿no?
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Fackel
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